sábado, 22 de junio de 2013

La extraña magia de las células madre.



La extraña magia de las células madre.


Todos hemos oído alguna vez eso de las células madre. Parece que es algo que está de moda, tanto sus beneficios para la salud humana, como su eterna controversia y polémica, pero ¿qué son realmente las células madre? ¿para qué sirven? ¿por qué tanta polémica con su uso? y ¿por qué hay gente (e instituciones) que no quieren ni oír hablar de ellas?. 

Pues bien, empezando por el principio, las CÉLULAS MADRE, son simplemente aquellas células que tienen la capacidad de dividirse para dar dos células hijas. Como todos sabemos, nuestro cuerpo, como el de todos los organismos, está compuesto de muchísimas células, pero no todas ellas son iguales. Tenemos células tan diferentes entre sí que sirven como neuronas y células del corazón o de la piel, o del estómago; cada una especializada en una función diferente. El proceso que lleva a que las células se especialicen de ésta forma de llama DIFERENCIACIÓN (del que hablaremos en otra ocasión) y, cuando ocurre, las células quedan condenadas para siempre a quedarse con esa especialización y pierden la capacidad de dividirse y reproducirse. 

Aquí es donde entran las famosas células madre. Las podemos encontrar en dos formas distintas, en el primer caso reciben el nombre de CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS, son las primeras células que se dividen en el embrión y que tras dividirse muchas veces, sufrirán esa diferenciación para especializarse, pero antes de esto tienen una capacidad de división muy fuerte (tienen que generar todas las células del organismo a partir de unas pocas). El segundo tipo es uno de los responsables de que podamos vivir tanto tiempo, son las CÉLULAS MADRE ADULTAS. Puesto que nuestro organismo está formado por conjuntos de células con la misma especialización*,  formando los distintos órganos (cerebro, corazón, piel, etc) y en la mayoría de ellos existe un pequeño conjunto de células que no se han especializado del todo,  que todavía pueden dividirse, pudiendo regenerar éstos órganos en caso de que sufran daños o de que pierdan células por su uso normal y el paso del tiempo, como en el envejecimiento. Éstas son las células madre adultas, que tienen una menor capacidad de división que las embrionarias, ya que se trata de células madre, y por tanto con capacidad para dividirse, pero más “viejas” que las embrionarias.


¿Y por qué tanto interés en éstas células madre?, pues bien, son la gran esperanza para muchas enfermedades que provocan daños en distintos órganos, ya que con éstas células podemos hacer manipulaciones que nos permitan elegir una especialización u otra para utilizarlas en la regeneración  de los órganos dañados. Esto puede sernos de gran utilidad para ciertas enfermedades como la diabetes, infartos de miocardio, enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis, Parkinson, Alzheimer y otras muchas. En éste sentido lo que  falta conseguir con ellas es lo más difícil, que es conseguir “comunicarnos” con ellas para que una vez utilizadas en los pacientes se sitúen y organicen como nosotros queramos, para que cumplan las funciones que nos interesan, esto es algo tremendamente complicado y en lo que muchos científicos trabajan hoy en día.

Pero entonces, ¿por qué hay tanta polémica con el uso de células madre?, la polémica viene sobre de dónde sacamos éste tipo de células, ya que si utilizamos las llamadas CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS antes comentadas, esto implica iniciar el desarrollo de un embrión humano, y al llegar a un momento en el que éste tiene 16 células( 8 o 9 días desde la concepción), extraer las células madre de éste (que luego pueden cultivarse para que se reproduzcan y tener muchas más), lo que implica la interrupción del embrión al llegar a la masa de 16 células, algo que tanto la iglesia como otras instituciones y colectivos no ven con buenos ojos.


Por fortuna, hoy en día esto se ha solucionado gracias al impresionan trabajo de Shinya Yamanaka, que ha recibido éste año el premio nobel de medicina por él, y que, junto con su equipo, ha conseguido convertir CÉLULAS ADULTAS, especializadas (en concreto con unas células llamadas fibroblastos), en CÉLULAS MADRE, eliminado por tanto la polémica de cómo se obtienen, y consiguiendo unas células madre inducidas (llamas también IPS), con menos capacidad de dividirse, (menor incluso que las células madre adultas) es decir, con más limitaciones pero también menos riesgo de que el incorrecto uso de ellas llegue a provocar un cáncer, un riesgo que está muy controlado para las terapias con células madre, puesto que se tiene muy en cuenta, pero que no hay que negar que existe.


Podríamos concluir que las terapias con células madre son un tema de vanguardia, una gran esperanza para la salud humana, con mucho camino recorrido, pero todavía mucho por recorrer.





*(en realidad hay unos pocos tipos de células distintos, por ejemplo, en un cerebro no sólo hay neuronas, pero eso ahora no nos importa).

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