Los
misterios del cerebro II: Las neuronas
¿Han
volado alguna vez? Si lo han hecho, seguro que han reparado en lo
maravilloso que resulta viajar en un vehículo que pesa toneladas y
aun así se sostiene en el aire. Los seres humanos hemos sido capaces
de sobrepasar nuestras propias limitaciones físicas, consiguiendo
algo que solo estaba al alcance de unos cuantos animales. Hemos sido
capaces de construir máquinas voladoras capaces de transportar a
cientos de personas a enormes distancias. Si no han volado nunca,
seguro que han manejado un teléfono alguna vez, seguro que han
sentido el poder de hablar con alguien que tenemos a kilómetros de
distancia. Así como, seguro que también han podido observar cómo
el ser humano ha sido capaz de poner los pies sobre la luna. Sin duda
son cosas que todos los habitantes de los países desarrollados
tenemos más que asumido, cosas que nos resultan de lo más normal.
Sin embargo, resulta realmente estremecedor parar a reflexionar sobre
la complejidad de cada una de estos logros, como resulta
estremecedor, incluso más todavía, pensar que el ser humano ha sido
capaz de logros impresionantes como esos o incluso mejores, gracias a
una simple asociación de células, gracias a una red de células
conectadas entre sí que forman el órgano más complejo, misterioso
e impresionante de todos: el cerebro.
Estas
células son las famosas neuronas. Pero ¿qué tienen de especial
estas células?, ¿cómo pueden llegar a realizar razonamientos y
funciones tan complejas?
Bien,
empecemos por el principio. Una neurona es una simple célula, en
esencia igual que todas las demás, aunque la diferenciación
celular, de la que hablábamos en el post anterior, las hace algo
distintas, ya que tienen una serie de particularidades. Podemos
dividir a la neurona en tres partes:
- Las dendritas: Son las antenas de la neurona, donde por lo general se reciben los “cables” de otras neuronas que conectan con ellas
- El soma: Es el cuerpo de la célula, donde se encuentra el núcleo y donde se decide si se enciende o no una neurona (Ver abajo)
- El axón: Es el cable de la neurona por donde envía la señal eléctrica a otras neuronas, cuando esta neurona se enciende. Normalmente conecta con las dendritas de otras neuronas.
Un
modelo muy simple para entender el funcionamiento de las neuronas es
entender que funcionan como un cable con un interruptor. Una neurona
puede estar encendida, o apagada. Si está encendida por ella pasa
una corriente eléctrica. Si está apagada esta corriente no pasa.
Estas neuronas se asocian por lo tanto unas con otras como cables
interrumpidos. Cada neurona, cuando está encendida, transmite la
señal eléctrica a la siguiente, y esto hace que la siguiente se
encienda, y deje pasar por ella la corriente, y así sucesivamente,
llevando esta corriente eléctrica por distintos circuitos para
cumplir distintas funciones.
Para
entender un ejemplo de cómo pueden llevarse a cabo distintas
funciones corporales mediante éste sistema imaginemos un ejemplo de
una posible situación: Una persona acerca demasiado su mano a un
fuego, sin darse cuenta, entonces, unas células especiales que
están presentes en nuestra piel y que detectan temperaturas
demasiado altas, se encienden, enviando una señal química a una
primera neurona. Esta señal química provoca que esta neurona se
encienda y envíe una señal a otra, y está provoca que otra se
encienda al enviar su señal, y así sucesivamente. En un determinado
momento, una señal urgente llega hasta las neuronas que conectan con
los músculos del brazo. Estas, al encenderse, provocan que se
contraigan ciertos músculos, que hacen que retiremos inmediatamente
el brazo*.
Imaginando la enorme cantidad de neuronas que tenemos en
nuestro cerebro, y por lo tanto la cantidad de combinaciones de
conexiones posibles, podemos hacernos una idea de la potencia real de
nuestro cerebro.
Sin
embargo, la cosa no acaba ahí. Como hemos dicho, el antes comentado
es un modelo muy simple que permite entender con claridad cómo
funcionan las neuronas, pero, por supuesto, el funcionamiento real es
más complejo, y esto es así por varias razones.
En
primer lugar, las neuronas no sólo provocan que otras neuronas se
enciendan, sino que existen dos tipos generales de neuronas, unas que
provocan que las neuronas con las que conectan se enciendan, llamadas
neuronas principales, y otras que provocan que las neuronas con las
que conectan se apaguen, llamadas interneuronas.
En
segundo lugar, cada neurona no sólo conecta con otra, sino que puede
conectar con muchas otras, conectando entre sí varios circuitos y
pudiendo tener de forma indirecta distinto efecto sobre unos que
sobre otros (por ejemplo haciendo que se encienda una neurona
principal de un circuito y una interneurona de otro), disparando así
el número de combinaciones posibles.
Neurona principal marcada con fluorescencia verde |
Interneuronas |
Por
último, una neurona no tiene solo dos posiciones, encendido (1) o
apagado (0), sino que tiene un sinfín de grados de encendido (0;
0.000000001; 0.000000002; 0.000000003.......1), de forma que como a
una misma neurona le llegan distintas señales de distintas neuronas,
unas que le dicen que se encienda y otras que le dicen que se
apaguen, todas estas señales se sumarán en el soma de la neurona y
de ahí saldrá el grado de encendido final que da la neurona.
Además, no todas las neuronas conectan con otras a través de las
dendritas, sino que pueden conectar más cerca o menos del soma, lo
que hará que la señal recibida por la neurona receptora sea más o
menos fuerte respectivamente, a la hora de sumar las señales.
Todo
esto multiplica exponencialmente las posibles combinaciones de
estados de las muchísimas neuronas que forman los muchísimos
circuitos del cerebro, y puede hacernos imaginar porqué nuestro
cerebro tiene semejante potencia. Las funciones concretas de cada
circuito son todavía desconocidas en la mayoría de los casos para
la ciencia. Lo que sí que podemos entender es cómo se organizan de
esta manera las distintas partes del cerebro para encargarse cada una
de distintas funciones, algo que paso a paso, iremos desglosando a lo
largo de la serie, Los misterios del cerebro. Sin embargo debemos tener presente es que todas, absolutamente todas las
impresionantes funciones del sistema nervioso, desde sensaciones como
miedo o euforia, hasta los más complejos razonamientos, pasando por
los recuerdos, nacen de esta asociación entre pequeñas e
insignificantes células. Da vértigo pensarlo.
* Nadie debe
caer en pensar que este es el funcionamiento exacto de esta función,
se trata de un mero ejemplo para ilustrar cómo funciona el cerebro
en general, no una explicación exacta de ese fenómeno en
particular.
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